viernes, abril 07, 2006

25 DISCOS URUGUAYOS III



TROPICOS (1973) Daniel Viglietti

Durante la dictadura, mi padre fue el Archiduque del Notemetás, técnica que le permitió ser un ciudadano Clase A. Mi madre sería en ese caso la Archiduquesa, ponele. Viví casi toda la dictadura en un limbo infantil desconociendo que en el Uruguay había una situación anormal. Del tema se hablaba poco y como niño o no entendía o directamente no me interesaba.
No me enteré que mi tío había estado en cana por ser el único profesor afiliado al Partido Comunista de un liceo del interior. No me enteré que a mis abuelos, una foto de un pariente milico colgada en la pared los salvó de que en el allanamiento a su casa, encontraran la colección de cuadernos de Marcha en el sótano junto con varios documentos prohibidos más, y una bandera de tela del FA de las elecciones de 1971 que mi abuela guardó doblada en el fondo de un ropero, hasta que me la dio años después para que su nieto fuera a Bulevar y Bulevar a recibir al recién liberado General Seregni.
Pero bueno, volviendo a lo anterior, nada sabía yo por aquel entonces, que este país era un infierno, en todo caso vivía jugando en la calle, lugar donde estaban siempre los niños, por lo menos los de mi cuadra.

Unos años mas tarde, cuando el vello púbico asomaba incipiente en los alrededores de mis partes, por motivos laborales del archiduque viajé al exterior con mi familia. En un aeropuerto, mis padres conocieron a un uruguayo que andaba por ahí, no se trataba de un exiliado, era un tipo cuya pasión era el buceo y viajaba en busca de aguas transparentes, en ese momento se había acollarado con una lugareña y moraba en una casa espectacular al borde de un risco donde nos invitó a visitarlo por ser compatriotas en tierras extrañas. Absoluto Bacán el tipo.

No se si para que me dejara de joder o si para testear a mi viejo antes de hablar de política uruguaya, el loco me da el Long Play en cuestión para que lo ponga. Mi padre en materia de música siempre fue adicto a los clásicos y lo más moderno que había escuchado era Gershwin, pero reconoció el nombre prohibido y ante la sugerencia hizo el comentario “Ah, si, Viglietti, flor de comunista!”

Trópicos es un disco en el que D.V. es interprete de canciones de otros. Tiene (buenas) versiones de Dios le pague y Construcción de Chico Buarque, Arreglos de Leo Brower (!) y demás canciones de autores prácticamente desconocidos por aquel entonces y que luego fueron masivos.


Uno a uno fui escuchando los temas y sobre todo las letras, pero el tiempo se detuvo cuando llegué a la canción 4 del lado B: Canción del elegido de Silvio Rodríguez. Yo se que para alguien de menos años, ese músico es un sinónimo de Bosta, pero también se que durante muchos discos hizo decenas de canciones excelentes. Canción del Elegido es una de ellas y para mi gusto, la versión de Viglietti es la mejor.

Allí estaba yo, con una ignorancia total en materia de posiciones políticas, escuchando al más duro de los cantantes de protesta. Nada más apropiado para empujar mi pensamiento hacia el rumbo que después tomaría. Se venían épocas en las que había que definirse y allá por la 5 o 6 vez consecutiva que escuché la canción mientras me decían “bueno, ya está, ya la escuchamos esa...a ver...” yo ya sentía tener bien claro para donde agarrar. En ese momento era un guerrillero en potencia. Antes de cambiar de disco, me las arreglé para escuchar la canción una vez mas, bajito, para mi solo:

“Supo la histora de un golpe
sintió en su cabeza cristales molidos
y comprendió que la guerra era la paz del futuro

Lo mas terrible se aprende en seguida
y lo hermoso nos cuesta la vida

La ultima vez lo vi irse entre el humo y metralla
contento y desnudo
iba matando canallas con su cañón de futuro.”